El ‘Proyecto RUMBO: hacia un modelo de autonomía personal conectada e inclusiva’ es una iniciativa colaborativa desarrollada entre distintas confederaciones del Tercer Sector de la discapacidad (COCEMFE, ASPACE, PREDIF, FEDACE y AUTISMO ESPAÑA). El objetivo es impulsar el diseño de modelos innovadores de apoyo a la autonomía personal y la vida independiente de personas con discapacidad, especialmente aquellas con mayores necesidades de apoyos, mediante la combinación de servicios y recursos que puedan facilitar una forma de vida inclusiva en la sociedad en condiciones de seguridad, accesibilidad y bienestar.
La tecnología aplicada a la autonomía personal sitúa a la persona como protagonista de su proyecto vital y genera en torno a ella toda una serie de adaptaciones que permiten a la persona usuaria disponer de apoyo y mantener al mismo tiempo la máxima independencia. Se compone de soluciones basadas en aplicaciones móviles, Inteligencia Artificial, BIG Data, registros de actividad o sistemas avanzados de procesamiento de datos y se complementa con un proceso de investigación y análisis sobre la eficacia de estas innovaciones en la realidad de las personas con discapacidad.
Las soluciones de movilidad contribuyen a generar confianza, fomentan la vida en comunidad y dotan a las personas con discapacidad de autonomía necesaria para decidir cómo quieren que sea su día a día. Desde que el Proyecto se puso en marcha en marzo de 2023, se han registrado 1.112 alertas de las que un 12% estuvieron relacionadas con cuestiones de movilidad.
En cuanto a la promoción y cuidado de la salud, el Proyecto Rumbo está pilotando un sistema de control de parámetros biométricos (tensión arterial, frecuencia cardiaca, peso, temperatura, saturación de oxígeno y niveles de glucosa en sangre) que permite monitorizar la salud de las personas y atenderlas de manera proactiva o en caso de urgencia. Los datos que recopila el sistema son analizados por profesionales clínicos que estudian si hay tendencias de riesgo o alguna desviación, lo que permite llevar un control diario de la salud de las personas con discapacidad sin necesidad de acudir a centros de salud. El 78% de las alertas generadas de marzo a julio de 2023 fueron relacionadas por la toma de datos de parámetros biomédicos fuera de rango.
Por último, el equipo del Proyecto está implantando un ecosistema de soluciones para el hogar basado en el uso de relojes inteligentes y sensores que permiten, además de una localización detallada en interiores, responder automáticamente a situaciones de emergencia sin emplear cámaras ni elementos intrusivos en la privacidad de las personas.
La aplicación de este tipo de soluciones tecnológicas está arrojando conclusiones que serán trasladadas a la Administración Pública con el objeto de generar políticas públicas que garanticen la autonomía y atención a las personas en situación de dependencia. Tras la implantación del proyecto, se han comenzado a extraer los primeros resultados y aprendizajes que destacan cómo la tecnología, siempre que sea accesible y universal, puede convertirse en factor de inclusión, capaz de desempeñar un papel crucial en la permanencia de las personas con discapacidad en su entorno y evitar así su desarraigo.
A nivel económico, el desarrollo tecnológico vislumbra un ahorro de costes. La integración de servicios de esta naturaleza en los servicios públicos de salud es capaz de proveer de metadatos sobre las condiciones de salud de la población en tiempo real, mejorando así los recursos y la eficacia de los mismos y reforzando al mismo tiempo el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD). Además, un mayor uso de las tecnologías de apoyo por las personas con discapacidad supone un abaratamiento en el coste de producción de las mismas, un crecimiento de la oferta y gama de productos y servicios y un abaratamiento en los costes de los propios servicios.
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