Un equipo de investigación liderado por la Universidad portuguesa de Coimbra (UC) ha realizado un estudio que revela que la molécula en cuestión, la proteína TrkC, juega un papel importante en la "modulación de las memorias de la extinción del miedo" en la amígdala cerebral, por lo que presenta potencial para desarrollar nuevas terapias para la ansiedad.
De hecho, la activación de la TrkC permite normalizar la respuesta al miedo en casos en los que dicha reacción se haya visto alterada.
Por ejemplo, la proteína facilita que una persona con miedo a los perros tras haber sido mordida por uno en el pasado pueda, tras estar varias veces expuesta a otros canes que no ataquen, crear una nueva memoria y generar una nueva respuesta al estímulo.
Mónica Santos, del Centro de Innovación en Biomedicina y Biotecnología de la UC, investigadora principal en el proyecto, aseguró que se trata de un descubrimiento "muy importante, ya que abre la puerta a desarrollar terapias en las patologías que tienen el miedo alterado, como el trastorno de ansiedad o el de estrés postraumático".

Ya se sabía de la existencia de esta proteína, pero no ha sido hasta la realización de este estudio, publicado recientemente en la revista 'Molecular Psychiatry' del grupo Nature, que lograron identificar su papel en este proceso. Anteriormente ya había evidencias en humanos, así como en ratones que habían desarrollado un trastorno de pánico, de una asociación de la proteína TrkC con patologías de ansiedad, aunque era complejo acotar esta relación en personas, porque son enfermedades complejas que no dependen solamente de genes, sino también de factores ambientales. El siguiente paso será encontrar un medicamento que active dicha molécula, que aumenta la plasticidad neuronal, y que sea aplicado en tratamientos para humanos, pues, los fármacos antidepresivos y ansiolíticos actuales no son 100% eficaces.
Prácticamente el 100 % de las personas hemos tenido o vamos a tener algunos síntomas de ansiedad a lo largo de nuestra vida; un porcentaje elevado de la población presentará síntomas que les va a afectar de modo considerable a su bienestar, y en torno a un 10 a un 15 % tendrán algún trastorno de ansiedad, que irrumpa en su vida y en su bienestar de manera muy disruptiva. Según datos de 2017 de la OMS, más de 260 millones de personas en el mundo tienen trastornos de ansiedad. En España, los datos del Ministerio de Sanidad indican que el trastorno de ansiedad es el problema de salud mental más frecuente, afecta al 6,7% de población (8,8% en mujeres, 4,5% en hombres). Si se incluyen “signos/síntomas de ansiedad” la cifra alcanza el 10,4%.
Este nuevo descubrimiento supone una nueva oportunidad para todas aquellas personas que conviven diariamente con síntomas como nerviosismo, agitación o tensión, sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe, palpitaciones... aspectos que dificultan su calidad de vida y su capacidad para relacionarse con el medio.
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