Un año más queremos dar visibilidad al trabajo de todas aquellas personas que generosamente dedican su tiempo y sus esfuerzos al cuidado de otras.
El aumento de la esperanza de vida en los países industrializados está produciendo un aumento de la población anciana en los mismos y esta población se caracteriza por sufrir un aumento de las patologías crónicas (osteoartrosis, insuficiencia cardiaca, etc.) lo que conlleva un declive físico y psíquico que condiciona su capacidad funcional, siendo cada vez mayor el número de personas que precisan de cuidados. Se entiende por persona dependiente aquélla que por motivos de edad, enfermedad o discapacidad, y ligadas a la pérdida de autonomía física, sensorial, mental o intelectual, precisa con carácter permanente la atención de otra persona o ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
Según el estudio "El rol de Cuidador de personas dependientes y sus repercusiones sobre su Calidad de Vida y su Salud", gran parte de los cuidados precisados por estas personas recaen sobre los denominados cuidadores informales, entre los que destacan los cuidados prestados por la familia, que es el principal proveedor de cuidados de salud. Así, la labor de los cuidadores informales contribuye al mantenimiento de las personas en su entorno social, disminuyendo la utilización de recursos formales y demorando o evitando el ingreso en instituciones. La presencia de un miembro que precisa de cuidados, genera una nueva situación familiar que puede provocar importantes cambios dentro de la estructura familiar y en los roles y patrones de conducta de sus integrantes. Estos cambios pueden precipitar crisis que ponen en peligro la estabilidad de la familia, pudiendo afectar a todos sus componentes, especialmente al cuidador principal, que es el miembro de la familia que soporta la mayor parte de la sobrecarga física y emocional de los cuidados
Los resultados de ésta y otras investigaciones coinciden en que cerca del 70% de los cuidadores presenta sobrecarga, casi el 50% de los cuidadores consideran su salud mala o muy mala, se observa tambien una mayor prevalencia de ansiedad y depresión en el grupo de cuidadores, así como una mayor frecuencia de posible disfunción familiar y de sensación de apoyo social insuficiente.
Todo esto nos indica la necesidad de buscar nuevos recursos que prevengan situaciones de sobrecarga y empeoramiento de la salud de aquellos que precisamente buscan una mejoría en la de otros. Por eso os recordamos nuestro taller para cuidadores primarios, así como el asesoramiento especializado que podemos brindaros desde la Entidad.
Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela. (Pitágoras)
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